Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento declara que Dios lo ha creado.
Un día le cuenta a otro este mensaje, y cada noche a la siguiente.
No se escucha lenguaje ni palabras, ni emiten una voz que podamos oír.
Sin embargo, su voz atraviesa el mundo entero,
Sus palabras llegan al último rincón de la tierra.
Señor, ¿qué es el ser humano para que lo tengas presente?
¿Qué es el hijo del hombre para que pienses en él?
Dios amó tanto al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él
No se pierda, sino que tenga vida eterna.
Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo,
Sino para salvarlo por medio de él.
El que cree en el Hijo de Dios acepta ese testimonio.
Pero el que no cree en lo que Dios ha dicho,
está diciendo que Dios es un mentiroso
Porque ese no cree en el testimonio
que Dios da acerca de su Hijo.
Este es el testimonio: Dios nos ha dado vida eterna,
y esa vida se encuentra en su Hijo.
El que tiene al Hijo tiene esa vida, pero el que no tiene al Hijo de Dios, no la tiene.
Jesús le dijo: -Yo soy el camino, la verdad y la vida.
Solamente por mí se llega al Padre.
Yo vine para que la gente tenga vida y la tenga en abundancia.
Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas